Es un vehículo histórico italiano que está incluido en la exposición ‘Ruedas para la Paz’ y que destaca por su resistencia en terrenos difíciles y su capacidad para transportar hasta 800 kg de carga. Pertenece a la Colección Parque y Centro de Mantenimiento de Vehículos Ruedas Nº 1 de Torrejón de Ardoz (Madrid). El MHAS organizará varias jornadas de puertas abiertas en septiembre para ofrecer un acceso universal a la cultura del automóvil, y poder contemplarla, con entrada gratuita para todos los visitantes.
2 septiembre 2024
El Museo de Historia de la Automoción de Salamanca presenta una Autocarreta Brescianos OM32 del año 1932 como pieza del mes de septiembre. El vehículo, diseñado por el ingeniero Cesare Cappa y fabricado por O.M. Officine Meccanica - Fabbrica Bresciana Automobili, es un testimonio de la ingeniería militar de principios del siglo XX. Este vehículo histórico fue uno de los primeros en salir de la fábrica y se utilizó principalmente en las unidades de montaña del ejército italiano para reemplazar a las mulas de carga.
Con su robusto diseño, la OM32 se adapta a terrenos difíciles y cuenta con una longitud de 3.650 mm y un peso de 1.500 kilos, siendo capaz de transportar hasta 800 kilos de carga, con una autonomía de 350 km. Equipado con un sistema de refrigeración por aire y un engrase a presión por cárter seco, el OM32 mantiene un rendimiento óptimo en condiciones extremas.
Originalmente, el arranque era de manivela y el encendido por magneto, pero se modernizó con un delco de un SEAT 600, garantizando un arranque fiable. La caja de cambios manual, de 4 velocidades, proporciona flexibilidad en el terreno. Con frenos de cable en las cuatro ruedas y un sistema de bloqueo a la transmisión, el vehículo ofrece un control preciso, mientras que su peculiar disposición del volante a la derecha asegura un manejo eficaz.
La OM32 ha demostrado su valor en numerosos conflictos, desde la invasión italiana de Abisinia, en 1935, hasta la Guerra Civil Española, donde 320 unidades fueron donadas al bando nacional, en 1936. En 1982, fue restaurada con piezas de otros vehículos, demostrando su durabilidad a lo largo del tiempo. Con faros originales desmontables, ruedas macizas y dirección mecánica en las cuatro ruedas, esta máquina se diseñó para superar cualquier obstáculo; contando con una transmisión permanente a las cuatro ruedas y un reductor para terrenos difíciles, lo que la hacía ideal para entornos desafiantes. Un ejemplo de la valiosa contribución de una entidad pública militar en la restauración y preservación de las piezas históricas de nuestro país, que ha permitido así su destacada presentación en nuestra exposición.
Durante el mes de septiembre el Museo de Historia de la Automoción de Salamanca ha preparado varias jornadas de puertas abiertas para ofrecer un acceso universal a la cultura del automóvil. Estas jornadas permitirán a los visitantes explorar la historia de la automoción militar y disfrutar de la exposición ‘Ruedas para la Paz’, en la que se incluye este vehículo.
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